Desde el año 1981 cada 16 de Octubre, se celebra el Día Mundial de La Alimentación. Se decidió ésta fecha por ser el día en que se fundó la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Cada año y en especial ese día, se intenta, luchar contra el hambre y la pobreza en el mundo, bajo un lema en el que se centran todas las actividades.
El lema elegido para el Día Mundial de la Alimentación de este año es “Invertir en Agricultura para lograr la Seguridad Alimentaría”. Invertir en agricultura es una de las formas de combatir el hambre en el mundo. Además, la agricultura es un gran impulso de las economías en muchos países en desarrollo y este sector recibe escasas inversiones.
El 70 por ciento de las personas que sufren hambre en el mundo vive en zonas rurales, donde la agricultura los alimenta directamente, o bien, mediante el empleo en un floreciente sector agrícola y agroindustrial, que les proporciona recursos para comprar alimentos.
Tiene como objetivo, para el 2015, las 150 naciones que pertenecen a la FAO reducir a la mitad el número de gente que sufre de hambre y pobreza. Sólo la inversión en la agricultura junto al apoyo a la instrucción y la salud modificarán esta situación. El grueso de esa inversión tendrá que proceder del sector privado, y la inversión pública desempeñará una función decisiva, especialmente dado su efecto de facilitación y estímulo en la inversión privada.
La inversión en creación de capacidad en los gobiernos para ayudar a sus pequeños productores y alentar la inversión privada es un acierto. Que el Día Mundial de la Alimentación de 2006 sea la ocasión de hacer nuevas resoluciones, para poner en marcha la inversión en agricultura para la seguridad alimentaría. Sería una enorme contribución al bienestar de las personas en todo el mundo.
República Dominicana podría abastecer de alimentos al Caribe.
El lema elegido para el Día Mundial de la Alimentación de este año es “Invertir en Agricultura para lograr la Seguridad Alimentaría”. Invertir en agricultura es una de las formas de combatir el hambre en el mundo. Además, la agricultura es un gran impulso de las economías en muchos países en desarrollo y este sector recibe escasas inversiones.
El 70 por ciento de las personas que sufren hambre en el mundo vive en zonas rurales, donde la agricultura los alimenta directamente, o bien, mediante el empleo en un floreciente sector agrícola y agroindustrial, que les proporciona recursos para comprar alimentos.
Tiene como objetivo, para el 2015, las 150 naciones que pertenecen a la FAO reducir a la mitad el número de gente que sufre de hambre y pobreza. Sólo la inversión en la agricultura junto al apoyo a la instrucción y la salud modificarán esta situación. El grueso de esa inversión tendrá que proceder del sector privado, y la inversión pública desempeñará una función decisiva, especialmente dado su efecto de facilitación y estímulo en la inversión privada.
La inversión en creación de capacidad en los gobiernos para ayudar a sus pequeños productores y alentar la inversión privada es un acierto. Que el Día Mundial de la Alimentación de 2006 sea la ocasión de hacer nuevas resoluciones, para poner en marcha la inversión en agricultura para la seguridad alimentaría. Sería una enorme contribución al bienestar de las personas en todo el mundo.
República Dominicana podría abastecer de alimentos al Caribe.
La República Dominicana, con el apoyo financiero y los incentivos apropiados y oportunos, puede convertirse en un confiable y seguro abastecedor de alimentos a la región del Caribe, con cuyas naciones estamos dispuestos a trabajar en un plan común para mantener reservas que garanticen la disponibilidad alimenticia, aún en casos de desastres de origen natural”, manifestó Morales Troncoso.El canciller explicó que debido a la gravedad de la situación mundial de los alimentos y al enorme potencial de desestabilización social generalizada que esto conlleva, se deben apoyar los esfuerzos que se realizan en la Ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para que los productos básicos, como la leche, el arroz, el trigo y otros, fluyan sin restricciones hacia los mercados.
Agregó que las naciones desarrolladas deberán aumentar los fondos que dedican en la actualidad a combatir el hambre y la desnutrición en el mundo, mientras que las Naciones Unidas pueden impulsar la creación de fondos especiales que ayuden al establecimiento y el incremento de programas de subsidios destinados al consumo alimentario.
Morales Troncoso señaló que su país tiene un programa llamado “Solidaridad” que podría tomarse como modelo, pues por medio de él se suministra, a través de una tarjeta de crédito, una suma fija mensual a familias que sobreviven en la pobreza, y se les exige que a cambio de ello, envíen a sus hijos a la escuela.
Añadió que programas de este tipo podrían seguir cumpliendo eficazmente su propósito si se ayuda a los gobiernos de las naciones que los ejecutan a aumentar el monto del subsidio alimenticio y el número de familias favorecidas.
El ministro también solicitó que se identifiquen los mecanismos que permitan a las instituciones financieras incentivar el otorgamiento de préstamos para la producción agrícola.
Morales Troncoso pidió, por otra parte, que se busquen procedimientos que impidan a los especuladores, quienes se trasladan constantemente de mercado en mercado, que presionen hacia el alza los precios de los alimentos que son fuentes de nutrición de las poblaciones más empobrecidas, al crear demandas artificiales en los contratos futuros.
En este contexto, el canciller explicó que la OMC puede brindar su respaldo normativo a programas especiales orientados a garantizar la seguridad sub. regional de alimentos, y que su país, si recibe los apoyos, puede convertirse en uno de los abastecedores del Caribe.
“El secretario general nos expresó su interés en los planteamientos dominicanos y su compromiso con un análisis más detenido de ellos con el fin de recomendar su aplicación”, manifestó Morales Troncoso al final del encuentro.
Publicado por:
Marlenne M. #19 4to B.
Agregó que las naciones desarrolladas deberán aumentar los fondos que dedican en la actualidad a combatir el hambre y la desnutrición en el mundo, mientras que las Naciones Unidas pueden impulsar la creación de fondos especiales que ayuden al establecimiento y el incremento de programas de subsidios destinados al consumo alimentario.
Morales Troncoso señaló que su país tiene un programa llamado “Solidaridad” que podría tomarse como modelo, pues por medio de él se suministra, a través de una tarjeta de crédito, una suma fija mensual a familias que sobreviven en la pobreza, y se les exige que a cambio de ello, envíen a sus hijos a la escuela.
Añadió que programas de este tipo podrían seguir cumpliendo eficazmente su propósito si se ayuda a los gobiernos de las naciones que los ejecutan a aumentar el monto del subsidio alimenticio y el número de familias favorecidas.
El ministro también solicitó que se identifiquen los mecanismos que permitan a las instituciones financieras incentivar el otorgamiento de préstamos para la producción agrícola.
Morales Troncoso pidió, por otra parte, que se busquen procedimientos que impidan a los especuladores, quienes se trasladan constantemente de mercado en mercado, que presionen hacia el alza los precios de los alimentos que son fuentes de nutrición de las poblaciones más empobrecidas, al crear demandas artificiales en los contratos futuros.
En este contexto, el canciller explicó que la OMC puede brindar su respaldo normativo a programas especiales orientados a garantizar la seguridad sub. regional de alimentos, y que su país, si recibe los apoyos, puede convertirse en uno de los abastecedores del Caribe.
“El secretario general nos expresó su interés en los planteamientos dominicanos y su compromiso con un análisis más detenido de ellos con el fin de recomendar su aplicación”, manifestó Morales Troncoso al final del encuentro.
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